Recursos y decisiones

En los proyectos, como en la vida misma, antes de tomar una decisión es necesario ponderarla, pasarla por una reflexión, cuyas respuestas nos hacen ir en una u otra dirección, y por tanto obtener unos u otros resultados.

Por ejemplo, cuando queremos hacer un viaje, es necesario valorar un montón de cosas. Muchas de estas cosas las valoramos en automático y no nos preocupamos a nivel consciente de ello, pero otras no. Por ejemplo, algunas variables a analizar antes de un viaje:

  • destino: a dónde voy

  • finalidad: es por trabajo o por placer

  • cercanía: está lejos o cerca

  • recursos: cuánto dinero necesitaré

Y en función de las respuestas que nos demos a estas preguntas, empezamos a preparar las cosas, y nos planteamos más preguntas que se alínean con la misma finalidad: realizar el viaje. Por ejemplo, si voy a un sitio que hace calor, saber si tengo la ropa adecuada para ir, si voy por trabajo, tendré que preparar el portátil y verificar que el hotel esté en una posición clave, etc.

En los proyectos pasa lo mismo: necesito analizar variables, pero a diferencia de los viajes, al tratarse de trabajo, la mayoría de las decisiones sobre las variablese, tienen relación directa con los recursos: dinero, tiempo, personal.

Y aquí es donde las preguntas se vuelven interesantes:

  • ¿Cuál es el destino de este proyecto?, habitacional, industrial, experiencial,…

  • ¿Cuál es mi finalidad al hacer esta obra?: vender, reformar, rehabilitar, construir y operar, …

  • ¿Qué recursos tengo para hacer este proyecto?, … y aquí es donde surgen más preguntas, y las anteriores tienen que estar respondidas.

De manera general, los recursos siempre serán escasos, porque siempre querremos ahorrar, gastar menos y tener más calidad, etc. Con lo cual, es necesario alinear lo más posible todas las preguntas y sus respuestas (es decir, las variables), para poder sacar mejor partido a los recursos. Pero quiero hacer notar algo, quien habitualmente, en cualquier proyecto, de cualquier sector, el diferenciador es “el personal”.

El personal, o las personas involucradas en los proyectos, son la clave del éxito. Si se esfuerzan, si tienen talento, si aplican sus capacidades, el proyecto suele tener mejores resultados. Esas personas al final del día son los empleados, equipos y empresas, todos los implicados en el proyecto. Por ejemplo, los analistas, los operarios, los propietarios, los ingenieros, proveedores, proveedorers de servicios, etc.

En definitiva, mientras mejores sean esos profesionales involucrados, mayor probabilidad de éxito hay en el resultado del proyecto, es decir, de mejor calidad. Aunque, como hemos dicho, también es el dinero otro de los recursos que tienen impacto directo en el proyecto. ¿Qué pasa con la relación entre el personal y el dinero?, qué muchas veces, la relación es lineal: a mayor dinero, mejor (o más) personal, y mejor calidad de proyecto.

Esto es así para todo. Y no hay forma de plantear interrogantes del estilo: “y sí”. Es decir, mientras más inviertes recursos, mejor proyecto. Pero por eso hablamos lo primero de aquellas preguntas a responder: ¿para qué es este proyecto?, ¿quién lo va a usar?, ¿cuánto tiene que durar?, etc. Con lo cual, a veces no es que no se quiera destinar muchos recursos al proyecto, es simplemente que se trata de un proyecto con poco impacto, o de corto recorrido, de tal forma que la propiedad decide invertir poco, o quiere optimizar demasiado.

Bien, quien puede lograr eso, al final del día son las personas, y me quiero enfocar en los proveedores de servicios. Cuando quieres que tu obra esté optimizada, y por supuesto alineada con tus variables, necesitas un profesional implicado, que entienda que las cosas quedan bien hechas por su implicación directa en el trabajo.

Claro, a veces estos profesionales tienen unos honorarios que pueden parecer más elevados que el del resto. Y esto, si hemos entendido bien la relación entre todos los recursos, no debería generar sobresalto alguno. La realidad es que dejarán un trabajo más alineado con el proyecto, de más calidad y más optimizado, de tal forma que al final del día, será más barato que pagar los sobrecostes de uno con menor implicación.

Contrata mejores proveedores: que optimicen tu estructura y te den un trato único.

Anterior
Anterior

Cómo funcionan las estructuras